y cubre de pavas la mesilla.
Suenan muelles, toses, cañerias.
La peña, de un portazo, se embarca
hacia el talego. Afuera el autobús
cierra sus hojas.
Es la vida
que vuelve como un preso a su cadena.
Violeta C. Rangel, Para nada,
Huelva: Crecida, 1999
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