CANCIÓN DEL DIOS SIN ORILLAS
A Pilar Pardo e Raúl Pizarro
El gorrión precavido
me mira y guarda silencio.
Habita en ese otro lado
al que yo no pertenezco.
Me ve dentro, en su jardín,
llevando atrás a mis muertos,
los que me preguntan cómo
salir de nuevo a lo abierto.
El gorrión precavido
que ve lo que yo no veo
- simas de un Dios sin orillas -
porque a mí me asusta verlo.
José Mateos, Cantos de vida y vuelta,
Valência, Editorial Pre-Textos, 2013
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