117.
Acumulaba azules, sombras
de óxido en las horas, días
en el cesto de frutas, pan
duro dentro de la panera.
La casa envejecía. Nadie
que cambiase los fluorescentes
de la cocina, que repare
el horno, el tirador, su miedo
si la noche la abandonaba
a sí misma. Con el pincel
del pintaúnas sin pintura
se arreglaba las manos. Tan
delicadas, había dicho.
- JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO
in 'Suroeste' n.º4,
Badajoz: Editora Regional de Extremadura e Fundación Ortega Muñoz, 2014
[ID, Santarém, Maio 014]
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